Me llamaste y aunque hablamos
como siempre nimiedades
al silencio le cantamos
las mas intimas verdades
Que te quieren sin mostrarlo
que yo muero por sus besos
y tan solo de pensarlos
superamos los excesos
Los odiamos por momentos
diferentes los motivos
nos robaron sentimientos
para huir cual fugitivos
Empezaron los berrinches
casi sin omitir ruidos
clavados como dos chinches
en corazones aguerridos
A mi me toco seguirlo
con miradas sin un centro
no solo querés sufrirlo
después de diez mil encuentros
Nos corren ya los minutos
de penas paralizadas
y están vestidas de luto
a punto de ser usadas
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